ESCUCHA: “Hágase en mí según tu Palabra”
GRACIAS SEÑOR…
Muy buenos días a todos. Estamos en los últimos días del curso. Este final de una etapa nos invita a estar contentos, a celebrar que el trabajo bien hecho,
El texto del evangelio nos recuerda que podemos encontrarnos con Dios. Y nosotros también vivimos este encuentro en el trabajo diario. El Monte Tabor es el lugar de la plenitud, de la paz y del gozo, de la presencia de Dios que llena la vida…
A esta experiencia estamos llamados todos nosotros; Dios nos llama a la plenitud de la vida, a ser felices. Por esto, seguimos pidiendo al Señor, que este final de curso sea un tiempo de dar gracias a Dios, de seguir siendo generosos en estos días que aún tenemos por delante
EVANGELIO Mc 9, 2-10
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: “Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.” Estaban asustados, y no sabía lo que decía. Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: “Éste es mi Hijo amado; escuchadlo.” De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús le mandó: “No contéis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.” Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de “resucitar de entre los muertos”.
PALABRA DEL SEÑOR
REFLEXIÓN: ABRIR LOS OJOS A LA REALIDAD
Un día más de trabajo… Y van ya… ¡eso! Un montón… Me pregunto hoy que nos falta a nosotros para abrir nuestros ojos a la realidad que nos rodea y que, nos guste o no, es el lugar que Dios nos ofrece hoy, el que pone ante nosotros.
Mirad, en nuestro estilo de vida habitual, nos empeñamos en mirar sólo con nuestras luces y cerramos los ojos para no ver más allá de nuestras propias narices -¡con perdón!-. Y ensombrecemos nuestra vida, la cubrimos de tinieblas y creemos que es esa forma la única posible para mirar el mundo y a las personas.
El final de curso nos debe llevar a una experiencia maravillosa: EL ENCUENTRO CON JESUCRISTO NOS HACE VER EL MUNDO DE OTRA FORMA, MÁS PLENA, MÁS HUMANA, CON MÁS LUZ.
Para los que formamos la familia de San José del Parque es necesario descubrir en el trabajo diario un momento privilegiado para llegar a la experiencia personal de encuentro con el Señor; y que cada uno entendamos lo mucho que Él confía en cada uno de nosotros.
Nos han dicho muchas veces en el colegio, y con palabras distintas, que podemos alcanzar las metas que nos hemos propuesto –vocación, se llama en término cristiano- y vivir feliz y a tope toda la vida. Para lograrlo, nos corresponde a cada uno intentar llevar adelante nuestra responsabilidad y compromisos, reconocer que, ese sin fin de pequeños detalles de nuestra realidad cotidiana, nosotros sabemos que son signos de la presencia de Dios en nuestra vida; después, como aquellos primeros discípulos, tenemos la tarea de comunicar con sencillez que gracias a Él podemos dar sentido a nuestra vida.
Esta forma cristiana de ver el mundo, la vida y a las personas debe ser para nosotros una fuente de felicidad: nuestra tarea, como Familia Marista, es sentirnos responsables de un mensaje que tenemos que transmitir. Esto significa poner en juego nuestra credibilidad, y en este momento se traduce en hacer el último esfuerzo de este curso.
ORACIÓN DE LOS FIELES Respondemos: Te lo pedimos, Señor
- Para que cada día seamos capaces de dar gracias por tantas oportunidades que tenemos y ayudar a los demás sin esperar nada a cambio. OREMOS
- Para que nuestra fe y fortaleza nos ayude a valorar el esfuerzo, el trabajo y la dedicación de nuestros padres, profesores, amigos y compañeros. OREMOS
- Para que todos seamos capaces de mantener viva nuestra relación con Jesús cuidándola en el día a día. OREMOS
- Para que seamos portadores del amor de Dios, esperanza y entusiasmo para con todos los que conviven con nosotros en casa. OREMOS
ACCIÓN DE GRACIAS
Te damos gracias, Señor,
porque eres bueno y porque es eterno tu amor.
Te damos gracias por confiar en nostoros y darnos una vida nueva.
Señor, Dios nuestro,
hoy te queremos dar gracias
porque, a lo largo de este curso,
te has revelado
como un Dios enteramente Bueno.
Tú amas todo lo que has creado,
amas a cada uno y en todos confías.
Te damos gracias porque nos cuidas con cariño
y nos das una vida llena de cosas buenas.
Dios nuestro, estamos contentos
por estos meses de crecimiento y aprendizaje
y, porque nos hiciste a tu medida,
danos un corazón generoso como el tuyo.