FIESTA DE LA VIRGEN DEL PILAR
Motivación
Hoy hacemos la oración de la mañana poniendo nuestra mirada en la Virgen del Pilar, cuya fiesta celebramos la próxima semana.
La Virgen del Pilar es patrona de la Hispanidad. Y venerada en la Basílica de Zaragoza (España) a la que da nombre. Constituye la primera aparición histórica de la Virgen María, y es aceptada por la Iglesia.
Una antiquísima y venerada tradición, cuenta que la Virgen se apareció al Apóstol Santiago en Zaragoza: El Apóstol Santiago el Mayor, hermano de San Juan, en aquel entonces, viajó a predicar en España. Aquellas tierras se encontraban atadas al paganismo, porque aún no habían recibido el evangelio.
La tradición dice que, al despedirse el Apóstol Santiago para predicar la fe de Jesucristo, le prometió la Virgen que en aquel lugar donde más se convirtieran a su Hijo se le manifestaría Ella. Y una noche la Virgen se le apareció en un Pilar; y no porque se habrían producido muchas conversiones, sino porque la sensación de Santiago era de fracaso ante la falta de respuesta de la gente
Según la tradición, descrita por vez primera en el siglo XIII en el códice de “las Moralia in Job”, de Gregorio Magno, la aparición de la Virgen María en Zaragoza se produjo el 2 de enero del año 40, cuando ésta vivía junto al apóstol Juan en Éfeso.
Hoy rezamos en nuestro colegio a la Virgen del Pilar. Que Ella siga siendo el pilar de nuestra fe y de la fe de todos los pueblos de América, en esta fiesta del Pilar, en la que se conmemora la Hispanidad.
Dejaron las redes y lo siguieron (Lucas 1, 39-45)
Unos días después María se puso en camino y fue a toda prisa a la sierra, a un pueblo de Judea; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto oyó Isabel el saludo de María, la criatura dio un salto en su vientre. Llena de Espíritu Santo, dijo Isabel:
– ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Y ¡Dichosa tú que has creído! Porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.
Palabra del Señor
QUÉ SIGNIFICA “EL PILAR”
- El pilar o columna: la idea de la solidez del edificio-iglesia con la de la firmeza de la columna-confianza en la protección de María.
- El pilar es símbolo del canal que une el cielo y la tierra.
- El pilar es el soporte de lo sagrado y de la vida cotidiana.
- María, la puerta del cielo, ha sido la mujer escogida por Dios para venir a nuestro mundo.
- En ella la tierra y el cielo se han unido en Jesucristo.
- María es la primera piedra de la Iglesia, es un “pilar” fundamental en el que se sostiene; en torno a ella va creciendo el pueblo de Dios; el aliciente para los cristianos, para construir el reino de Dios, es la fe y la esperanza de la Virgen.
- En la Virgen del Pilar el pueblo ve simbolizada “la presencia de Dios, una presencia activa que, guía al pueblo elegido a través de las dificultades de la vida”.
Rezamos por los frutos de la Misión… Respondemos: Escúchanos, Madre
- Enséñanos, María, a valorar y dignificar nuestra dedicación en el estudio, a identificarnos con un espíritu de compromiso sencillo, constante y generoso…
- Ayúdanos, María, a hacer de cada clase, de las horas de estudio y de todos los momentos de trabajo, una ocasión para superarnos y mejorar en la construcción del futuro…
- Enséñanos, María, a entregar nuestra vida al servicio de los demás…
- Te pedimos, María, por tantos de nosotros que buscan sólo el aplauso, el sensacionalismo y ser admirados y, al final, sólo encuentran fracaso y frustración…
- Protege, María, a todas nuestras familias, ayúdalas para que sean espacios de amor, de crecimiento humano y cristiano y de unidad…
- Buena Madre, que la fiesta de la Virgen del Pilar y tu ejemplo de vida, nos comprometa a “movernos”, a seguir adelante, superando los cansancios y las dificultades…
Oración final (todos juntos)
María, cada mes de octubre,
nos acercamos a Ti en la fiesta del Pilar.
Queremos, como el Apóstol Santiago,
anunciar el evangelio a quienes están cerca de nosotros.
Necesitamos tu presencia,
para no dejarnos vencer por el cansancio
Danos fuerza, María,
para que crezcamos como jóvenes:
creyentes y comprometidos.
Que valoremos las cualidades
que nos das
y las pongamos, como Tú,
al servicio de los hermanos,
que no nos cansemos de ser testigos
de amor y esperanza entre nosotros.