LLAMADOS A CONSTRUIR EL REINO DE DIOS
Motivación
Estamos metidos de lleno en la segunda evaluación y, con el paso de los días, llegarán los exámenes, las urgencias y los esfuerzos normales de la vida de estudiante. Se trata, entre otras cosas, de trabajar con constancia y, de esta forma, no tener dudas y miedos por los tropiezos y los despistes anteriores… forman parte de la vida. Toma nota de estos momentos, pueden volverse a presentar. Quien recuerda, aprende y puede hablar de ello. Levántate, y ponte manos a la obra.
Dios confía en ti para construir su Reino de amor, de fraternidad y de paz en medio de nosotros. Podemos comenzar por nuestra clase y por pedirle su ayuda.
Mateo 28, 16-20
Los once discípulos fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había citado. Al verlo, lo adoraron; ellos que habían dudado… Jesús se acercó y se dirigió a ellos con estas palabras: “Dios me ha dado plena autoridad sobre el cielo y tierra. Poneos, pues, en camino, haced discípulos a todos los pueblos y bautizadlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a poner por obra todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el final del mundo.”
PALABRA DE DIOS
¡¡¡Nos lo enseña Marcelino!!! YA, HA LLEGADO EL MOMENTO DEL SÍ
Marcelino estaba preocupado por la situación de muchos niños y jóvenes que no podían estudiar. Llegó como cura a La Valla. La iglesia estaba sucia y él mismo se puso a barrer y limpiar las telarañas. Por la mañana, después de la misa, daba el catecismo a los niños y preguntaba a los que sabían leer; los demás, dibujaban lo que el joven cura les explicaba. Venías desde todos los rincones de la parroquia, algunos caminando más de dos horas para llegar a tiempo. Un día tuvo que ir a visitar a un enfermo –Juan Bautista Montagne, un joven que no había oído hablar de Dios. Estuvo con él más de dos horas y esa misma tarde murió.
Aquél día, Marcelino se decidió a fundar los hermanos Maristas: era necesario construir el Reino de Dios con la educación y el estudio. Llegaron Juan María Granjon, de veintidos años y Juan Bautista Audras, aún muy jovencito. Marcelino compró, sin dinero, una casa pequeña, “Bonnaire”, al lado de la del cura. Era el dos de enero de 1817. Había nacido la Congregación Marista.
También hoy en el mundo hay necesidades, realidades que construir: ¿qué haces tú para hacer del mundo el hogar de Dios?
Peticiones Respondemos: Ayúdanos, Señor, a construir tu Reino
– Por la Iglesia, para que esté atenta a las situaciones de pobreza y responda con generosidad y amor…
– Por todas nuestras familias, para que sean el primer núcleo del Reino de Dios donde vivamos la unidad y el perdón…
– Por los que formamos la Comunidad Educativa para que colaboremos, desde la responsabilidad que tenemos, para que nuestro colegio sea un trocito de el Reino que Dios quiere que construyamos…
– Por los que estamos en esta clase, para que construyamos un ambiente de trabajo ilusionado, de superación constante y de respeto a todos…
– Por cada uno de nosotros, llamados por Dios para anunciar con nuestra vida el Reino de Dios, para que respondamos a su confianza con un compromiso diario en nuestros deberes…
– Por los que, entre nosotros, están viviendo momentos de dificultad y de dolor, para que la cercanía de todos los ayude y anime…
– Para que, como Marcelino, aprendamos a escuchar a Dios en las circunstancias que vivimos…
Ave María