QUEREMOS SER MENSAJEROS DE “BUENA NOTICIA”

Motivación

Dios Niño nace y renace cada nueva Navidad: ¡cuántos rostros tiene! Me apena saber que, al igual que en aquella “primera Navidad”, ¡no encuentre posada, lugar alguno donde pasar la noche! Me cuestiona el origen de su pasaporte y si, su procedencia, tiene “visado” en la frontera de nuestro corazón: ¿de dónde viene si acaso a nuestra tierra, a la vida que nos es propia, a un mundo muy “instalado” y sin complicaciones? Me embarga el silencio ante el misterio de su presencia.

Se acerca la Navidad, la única y decisiva de este año: ¡Venid, todos, adoremos al recién nacido y regalémosle una muestra de afecto y acogida. Para ello, tenemos que acoger a todos, ser hospitalarios, creadores de ambientes de paz y perdón, sin poner fronteras ni exigir permisos a nadie…

¡Ensanchemos la tienda de nuestro corazón, hay sitio para este nuevo niño! Recemos a Dios para que se abra hueco en nuestra vida a través de los demás.

 

Lc 2, 1-14

Salió un decreto del emperador Augusto, ordenando hacer un censo del mundo entero…Y todos iban a inscribirse, cada cual a su ciudad. También José, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de Belén, en Judea, para inscribirse con su esposa María, que estaba en cinta. Y mientras estaba allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada. En aquella región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño. Y un ángel del Señor se les presentó; la gloria del Señor los envolvió de claridad, y se llenaron de gran temor. El ángel les dijo: «No temáis, os traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales ya costado en un pesebre». De pronto, en torno al ángel, pudo escucharse: «Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres y mujeres que ama el Señor».

PALABRA DE DIOS

 

Los primeros hermanos nos enseñan a “despertar” para soñar que es posible dar lo mejor de nosotros

Marcelino buscaba jóvenes para realizar su sueño de ayudar a los niños de todas las aldeas y pueblos de alrededor. Pero no contó con gente famosa, ni con estudios, ni con gente especialmente brillante.

Juan María era un antiguo soldado de 22 años que no sabía ni leer. Juan Bautista era aún menor de edad, casi un niño. Juan Claudio, era un agricultor. Antonio tampoco sabía leer a sus 18. Bartolomé sólo tenía 14 años. Gabriel acababa de hacer su primera comunión.

Eran gente muy sencilla, pero que tenían una gran cualidad: la disponibilidad. Aportaban con entusiasmo lo poco que tenían. Y el padre Champagnat los fue educando y los convirtió en Hermanos, catequistas y maestros.

Y ellos, como en la primera Navidad los pastores, reconocieron a Dios y lo anunciaron en los primeros colegios Maristas.

 

Peticiones             Respondemos: ¡Ven, Señor Jesús!

  • Para que nos quejemos menos y valoremos la vida de cada día, lo que somos y tenemos…
  • Para que miremos a la vida con los ojos de Dios y nos esforcemos en ser constructores de vida…
  • Para que aprendamos a vivir la solidaridad como un estilo de vida…
  • Para que la Navidad sea un encuentro con Dios y los demás en la paz y el amor compartido…
  • Para que nos comprometamos en cambiar algo de nuestro corazón para hacer sitio a Dios…

 

Oración final (todos juntos)

A veces, Señor,

no oímos tus pasos silenciosos

Y tú, vienes, te acercas siempre:

En cada instante y en cada edad,

todos los días y todas las noches,

Y tú, vienes, te acercas siempre…

En los días oscuros y en los de luz radiante,

en este tránsito al invierno,

llegas por la vereda del bosque,

Y tú, vienes, te acercas siempre…

Vienes a nosotros en la oscura angustia

lluviosa de las noches de diciembre,

y sobre el carro atronador de las nubes…

Y tú, vienes, te acercas siempre…

Aunque cierre mis oídos,

son tus pasos los que acarician mi corazón,

tus palabras, las que me ayudan a caminar

y tus manos, las que me abrazan para soñar.

Fecha

Dic 17 2021
¡Caducado!

Hora

Todo el día