San Marcelino Champagnat: Todo por María, para llevar hacia Jesús

Motivación

El próximo lunes, 6 de junio, festejamos a nuestro Fundador, este año tal vez de manera muy distinta a como lo hacemos comúnmente. Lo celebramos de forma más sencilla y discreta, pero no con menos profundidad y alegría que otras veces. 

Marcelino, igual que nosotros, tenía una familia en la que vivió los valores que, años después, transmitiría a la Familia Marista. Era una familia muy grande: nueve hermanos. Como eran tantos podían jugar juntos… Y como se dedicaban a tareas del campo y del ganado, también trabajaban juntos. Marcelino aprendió a oír lo que le decía Dios, porque fue capaz de escuchar a sus padres y hermanos: desde niño, los “otros” se convirtieron en voz de Dios para él.

Nosotros tenemos que aprender a escuchar lo que nos dice Dios a través de nuestra familia y de las personas que están encargadas de educarnos. Hoy, vemos en Marcelino la suerte que es tener una familia que nos quiere y nos enseña. Y le damos gracias a Dios por todos y cada uno de los que en casa y en el colegio nos acompañan, ayudan, educan y entregan los mejor de sus vidas.

      

 

Lectura de la carta del apóstol San Pablo los filipenses

Estad alegres en el Señor. Os lo repito: estad alegres. Que vuestra bondad sea conocida de todos los hombres.

El Señor está cerca. No os pongáis nerviosos por ninguna cosa, porque lo que tenéis que hacer es pedirle a Dios lo que necesitéis, mediante la oración y la súplica, dándole gracias después.

Y la paz de Dios vendrá a vuestros corazones y a vuestros pensamientos según lo quiere Jesús.

Por todo lo demás, todo lo que sea bueno en vosotros, sea conforme a la voluntad de Dios, y todo lo que habéis aprendido y recibido de Jesús, ponedlo en práctica y la paz de Dios estará siempre con vosotros.

Palabra de Dios

 

 

Miramos la vida de San Marcelino Champagnat…  (lo leen dos alumn@s)

Todo marchaba de maravilla, hasta que un día del mes de Agosto de 1803, todos mis planes se vinieron abajo. Un día, al llegar a casa, un sacerdote desconocido estaba hablando con mis padres.

El cura me sonrió y me hizo señas para que me acercara a saludarlo. Fijó su mirada y me dijo: “No has tenido nunca la idea de ir al seminario?”. Me puse nervioso y no sabía qué responder. Un montón de cosas pasaron por mi cabeza: el dinero, los corderos…

El sacerdote seguía observándome. Pasados unos instantes, me tomó del brazo y me dijo cariñosamente: “Hijo mío, tienes que ser sacerdote. Dios lo quiere”. Desde ese momento me obsesionaba la idea de ser sacerdote.

Mi madre un día me dijo: “Hijo, sé que sigues con la idea de ser sacerdote. Para mí sería una gran alegría”. Entonces lo tuve claro: “Tengo 16 años y soy optimista. Saldré adelante, porque Dios lo quiere”.

 

AYÚDANOS A IMITAR A SAN MARCELINO (Todos juntos)

Querido amigo Jesús, que naciste en una familia;

te rogamos que atiendas nuestras oraciones

y nos enseñes cómo vivir en nuestra familia.

En Marcelino vemos al niño y al joven que aprendía de todos,

Que junto a sus padres aprendió a confiar en Ti y en María.

Ayúdanos a escuchar a todos, con una infinita confianza,

danos tu fuerza para que en casa y en el colegio brille la alegría y el cariño.

Así nos lo ha dicho Marcelino y queremos imitarlo. Amén

 

¡¡Gracias!!      Respondemos: “Gracias, Marcelino, por haber dicho sí”

 

  1. Tú nos enseñas a ser fiel a lo que Dios nos pide cada día.
  2. Tú nos enseñas a trabajar con ilusión para conseguirlo.
  3. Tú nos enseñas que nada hay imposible ante un ideal.
  4. Tú nos enseñas que ni la edad, ni la inteligencia, son dificultades para decir sí a Dios.
  5. Tú nos enseñas que Dios se sirve de lo pequeño para hacer cosas grandes.
  6. Tú nos enseñas a responder a Dios con rapidez. Que digamos sí a Dios, como tú.

 

Ave María      (todos juntos)

Fecha

Jun 03 2022
¡Caducado!

Hora

Todo el día